lunes, 7 de junio de 2010

Justicia Social VS. Derechos Humanos



En las sociedades de hoy aparece cada vez más la polémica de que si las diferencias salariales dictadas por el mecanismo del mercado son justas. Asimismo, dichas preguntas permanecen vivas en las teorías políticas.

En el siguiente trabajo me gustaría analizar la premisa a base de la cual los derechos principales de los seres humanos obstaculizan la justicia social y me parece útil partir sobre todo de las ideas de Nozick igual que de los demás autores cuales textos hemos analizado en las clases quienes presentan las diversas teorías respeto al tema.

Opino que frente de la justicia social la cual requiere normalmente la división de los bienes y la cual fluye de los ricos hacia los pobres se puede colocar la idea de la libertad humana y la idea de los derechos individuales. Es importante darse cuenta de que si consideramos el derecho al disponer de los bienes a ser absoluto, cualquiera intervención en ello se puede designar ilegal. a propósito de la división de los bienes en la sociedad Esto es la idea que desarrolla Nozick en su teoría. Según él, el único estado que tiene la excepción es el estado mínimo. Dice que tal estado no actúa en contra del sentido absoluto de los derechos humanos del individuo y sigue afirmando que tal estado se dedica a ofrecer a sus ciudadanos la seguridad, la protección de sus bienes y la libertad pero no está responsable por su situación social en la cual se encuentra cada uno de ellos. A mi entender, el tema de la justicia social no tiene ningún sentido para el autor. Declara que cada estado que impone la política de los impuestos con el objetivo de redistribuir el capital es ilegal porque al individuo le quita la parte de sus bienes y al mismo tiempo la parte de su trabajo. A causa de lo antes citado. el ser humano pasa a ser la posesión del estado. Nozick afirma también de que si consideramos el individuo a ser una persona libre y autónoma, simplemente no es posible aceptar esta línea del pensamiento. Efectivamente, para que el estado sea capaz de ejecutar sus funciones mínimas como es por ejemplo la seguridad, tiene que ser financiado por parte de sus ciudadanos. Es decir, los impuestos son un elemento inevitable y de este hecho Nozick no parece estar muy consciente. Entonces la pregunta fundamental es: ¿Cómo uno puede estar a favor de los impuestos cuando se trata de mantener la seguridad en una sociedad y negarlos en relación a la creación de una política social redistributiva a la vez? Ambos casos deberían significar lo mismo en la lógica de Nozick .
Desde mi punto de vista, Nozick busca alguna manera de proteger el estado mínimo el cual necesita la redistribución - aunque sólo una pequeña parte- en el campo de la seguridad y la protección de los derechos absolutos. Al reflexionar sobre si un ingreso sumamente alto que el otro ingreso es justo, se produce un conflicto entre las dos concepciones básicas de la justicia. La primera dice que deberíamos ofrecer a cada uno tanto cuanto merece. Es decir, a aquellos quienes disponen de las mejores capacidades que los demás, lógicamente hay que ofrecer las condiciones mejores. Según este tipo de la justicia, la cantidad ofrecida equivale al trabajo realizado. Pero la cuestión fundamental es ¿quién determina la calidad del trabajo realizado? La respuesta de los neoliberales es más clara que el agua – dicen que es el mercado el cual siempre decide. Estos autores niegan al mismo tiempo cualquier otro mecanismo para medir la calidad del trabajo aunque existen también otros indicadores de la calidad como es por ejemplo el poder moral del trabajo. De hecho, la primera persona la cual empezó a concentrar su atención en la cantidad en el lugar de la calidad era indudablemente Marx. Asimismo, en su idea del comunismo destaca otro principio distributivo – las necesidades humanas. Dicho formato de la justicia llamamos la justicia individual porque en general remunera al individuo según sus calidades distinguidas sin considerar los demás individuos o la sociedad entera. Por lo tanto, creo que podemos designar sólo tal relación como justa o injusta la cual se refiere a la relación del individuo a sus materias. Veo que la relación del individuo y su propiedad hacia los demás individuos no es en este caso tan importante.

Al contrario, el segundo principio de la justicia nos hace pensar que es inevitable tomar en cuenta también las personas menos capacitadas. Cualquier sea el criterio de la calidad, nadie debería ser privado de su dignidad. Esta premisa se deriva de la comprensión de la justicia como un principio justo y está presente por alguna razón más precisamente en las situaciones difíciles en las cuales se puede uno encontrar. Dicho de modo más simple, si alguien goza de la vida millonaria y otro está muriendo del hambre, no se trata de la justicia en absoluto. Estoy convencida de que en este caso no es suficiente aplicar ni una justicia general ni la justicia individual y se muestran plenamente visibles los principios de la justicia social. El propósito de tal comprensión de la justicia es equilibrar las condiciones sociales para todos los seres humanos o por lo menos garantizar las condiciones mínimas para que uno pueda sobrevivir. La relación del individuo a sus materias depende en este caso de la relación que tiene con los demás y sus propiedades.



Mi pregunta ahora es: ¿Es la mano invisible de Nozick realmente invisible o trata de esconder algo? Sin ponerme a analizar más las líneas abstractas de su teoría, voy a reflejar todo en la realidad. Inicialmente se produce la pregunta si la mano supuestamente invisible es de verdad invisible. Yo diría que la historia de Nozick cuando se refiere al estado es puramente hipotética. Luego surge otra pregunta de¿ cómo podemos hablar de la mano invisible o del proceso espontáneo si no es un proceso real y en realidad se trata de un procedimiento inventado por alguna reflexión racional la cual no puede ser controlada por alguna mano invisible? Nozick afirma que su historia hipotética es espontánea a pesar del hecho que la produce y formula él mismo. El autor también manifiesta que cada ser humano nace con el esfuerzo de mantener la seguridad. A mi juicio, Nozick sigue el único valor – el valor de la libertad individual.

En este lugar me gustaría subrayar que cada ser humano posee del esfuerzo de garantizar a su mismo la sobrevivencia material por naturaleza. Es evidente que cuando Nozick crea la ilusión de la mano invisible, sólo expone a través de ella sus ideas sobre los valores humanos. Esto le viene bien porque cada proceso tiene que ser modelado por algún valor. Si la historia del autor contiene sólo del valor que se llama la seguridad, luego no se puede ir más allá del estado mínimo. Pero ¿por qué deberíamos aceptar el valor de la seguridad como la única legítima? - de esto el autor ya no habla. Además, Nozick se queda con la idea según la cual no hay que justificar más su afirmación sobre los valores humanos porque se trata de un proceso espontáneo. Sí o sí resulta que el autor creó sólo otro modelo más – el modelo del estado mínimo pero no ofreció ningún argumento a favor de su opinión de que la justicia social y el estado el cual procura asegurarla no son legítimos.

Otro aspecto importante es que el autor disminuyó el tema de la justicia al aspecto de los derechos propietarios y niega completamente la justicia social. El autor mismo considera su teoría a ser histórica. Tengo que argumentar que el único rasgo histórico ofrecido por él es formal y se basa en la premisa la cual percibe sólo tal propiedad justa la cual se ha producido en el contexto de una situación histórica exacta y al mismo tiempo no ha violado los dos principios de la justicia. Es decir, el principio de la justicia al adquirir la propiedad y el principio de la justicia al transferir esta propiedad. Tengo que reclamar que sigue sin respuesta la pregunta de ¿qué hace la adquisición del bien legítima o justa? ¿Cómo uno puede obtener el derecho a algún bien y al mismo tiempo no violar el mismo derecho del otro?


La base del problema el cual trato de seguir en este trabajo se podría expresar muy fácilmente: Si yo no tengo la posibilidad de tener alguna propiedad porque todo ya posees tú, parece que con mi derecho absoluto a la propiedad algo va mal. Por ejemplo, Locke soluciona este caso al establecer las condiciones exactas las cuales podríamos interpretar de la siguiente manera. En primer lugar, mi derecho a cualquier bien puedo adquirir si relaciono cierto tipo de trabajo con ello – la condición del trabajo. En segundo lugar, mi derecho puedo exigir sólo en el caso que tú dispongas de la posibilidad de poseer el mismo bien – la condición de la inagotabilidad. E tercer lugar, no puedo reivindicar el derecho a algo que está fuera de mis necesidades reales – la condición de la moderación. Aunque creo que Locke no se dio cuenta de las consecuencias que conllevan sus condiciones, tengo que admitir que era por lo menos preciso. Si estas condiciones hubieran sido reales, no existiría ninguna razón para poder dudar del derecho absoluto a la propiedad personal. El problema se produce en el momento en el cual las personas adquieren los bienes sin efectuar cualquier tipo del trabajo, cuando los recursos se agotan y cuando la gente sobrepasa sus necesidades reales. Yo diría que nos encontramos en semejante situación en estos días dentro del sistema capitalista el cual Nozick procura proteger. Si hablamos de la posesión personal sin más, no me parece factible que es imposible garantizarla a todos los seres humanos. Si obedecemos la tercera condición de Locke - la de la moderación respeto al uso de los bienes, cada uno puede disponer de los recursos suficientes para poder sobrevivir. El problema que surge aquí y el cual estoy tratando de explicar a lo largo de este trabajo aparece gracias a la propiedad privada.Parece que la posesión privada de los terrenos no se puede legitimizar mediante las condiciones de Locke. Es importante subrayar que según Locke, la posesión del trabajo de la otra persona se contradice con la primera condición suya. Pero ¿qué ocurre con el capital? Resulta que su creación misma se deriva de la violación de dichas condiciones. Ahora me pregunto: A base de lo antes citado ¿se puede entonces hablar de la legitimidad del capital? Nozick sabía que la posesión privada la cual no tiene tanta extensión para que pueda obstaculizar la adquisición de la propiedad privada por otras personas no es legítima y por lo tanto no es necesario reclamar el derecho de estas personas. El punto clave se encuentra en el objetivo de Nozick quien no procura defender la posesión personal sino trata de defender la posesión privada. Asimismo, Nozick sabía que las condiciones de Locke tienen carácter muy riguroso para que la posesión capitalista esté justa. Por eso hace un esfuerzo para formular una condición más laxa de la adquisición justa de los bienes. Nozick parte de la idea central de que la división justa de los bienes no se puede designar previamente según algún valor o el modelo. El único criterio que podemos considerar justo respeto a la división de los bienes es el hecho de que alguna persona decide apropiarse de algún bien. ¿Pero de qué manera declaran estas personas la apropiación? El punto de partida es que es posible apropiarse de algún bien si los demás están de acuerdo y consideran dicho bien a ser la propiedad de una persona en particular.

La esencia de mi crítica hacia Nozick se deriva del presupuesto de la existencia de los derechos absolutos para los individuos los cuales están válidos para todos. Pero si admitimos que cada uno tiene derecho a la adquisición de los bienes, nadie puede realmente adquirir nada porque al ser así, una persona violaría el derecho de la otra. El problema sustancial se encuentra también en el que el bien bajo el control del otro ser humano cambia la situación de los demás. Antes disponían de toda la libertad de usar el dicho bien y ahora ya no la tienen.
La respuesta de Nozick a este problema es que aquellos que han perdido la oportunidad de adquirir el bien pueden ser recompensados. Según él, el sistema de la posesión privada está considerado a ser superior que los sistemas en las cuales los bienes están libres es decir, los sistemas donde los bienes no tienen sus propietarios. Así se puede presumir que la adquisición se dirige al exceso productivo el cual comparten tanto aquellos quienes poseen del dicho bien como aquellos quienes no lo poseen. Los otros se pueden convertir en los trabajadores y ganar más de lo que ganarían en el estado natural. Según el autor, en este caso no están violados ningunos derechos y el propietario dispone del bien legítimo.

¿Existe el imperio americano?

Debido a la guerra en Irak, el debate sobre el imperialismo norteamericano se ha convertido en un asunto muy urgente de nuevo. Este término utilizan ya frecuentemente los críticos de la guerra en general y los opositores lo rechazan sistemáticamente, aunque algunos de ellos si no creen en el imperialismo como tal, seguramente siguen creyendo por lo menos en alguno tipo del imperio Por lo tanto, ¿se puede Washington designar como una nueva Roma? Existe el imperio americano? ¿Fue la guerra en Irak imperialista? Me parece que el papel estadounidense en el mundo todavía queda por entender correctamente y no deberíamos limitarnos a comprenderlo dentro de esta terminología antigua. La crítica del uso del poder estadounidense es ahora el papel central de la política por lo cual sería mejor echar un vistazo más de cerca a lo que está sucediendo realmente.


Desde mi punto de vista, el mundo globalizado no requiere la dominancia política tan rigurosa como lo presentan los Estados Unidos. Creo que cada semejante opinión se refiere al imperio lo cual representa una forma evidente del control político. Puede ser que en el pasado el control político estricto era necesario como lo indica la historia de los imperios europeos en la América Central pero en estos días ya no es inevitable lo que confirmó también Michael Hardt y Antonio Negri en su libro Empire: “La garantía que ofrece el imperio al capital globalizado no incluye el control micro político de los ciudadanos.”
El aparato del control no tiene el acceso a la zona local en la cual se efectúa diariamente la administración de los estados. Tampoco logra captar los elementos extraordinarios ni sus actividades. Es decir, el imperio de hoy ya no significa nada lo que significaba durante muchos años en el pasado. Hay que tener presente que el imperio no ocupa ningún territorio, no tiene ningún centro (tampoco en Washington), no depende estrictamente del control de los gobiernos satélites y finalmente se trata de un cuerpo exclusivamente posmoderno. A mi entender, el argumento de Hardt se puede percibir como una respuesta a aquellas personas que afirman que la guerra en Irak sucedió a propósito de obtener el petróleo. En realidad, el control sobre los recursos naturales no requiere el acceso directo a la zona donde se encuentran estos recursos porque el mercado funciona para que permita a los estados ricos lograr y utilizar los recursos naturales de los estados más pobres. Estoy convencida de que si esto no fuera verdad, tendríamos una actitud mucho menos crítica en comparación de la que tenemos ahora. Algunos de la línea izquierdista manifiestan que lo que ocurre hoy día en la vida política se puede llamar un imperialismo informal del mercado libre. Hay que tener cuidado porque dicho argumento incluye la identificación virtual del imperialismo con el capitalismo porque el imperialismo representa sencillamente la demostración del desarrollo capitalista en toda su complejidad. Sus formas políticas tienen sólo el significado secundario. En este lugar quisiera destacar una cosa: si el imperialismo no es nada más que la demostración del capitalismo, si no cuenta con la relevancia políticamente específica, luego no es una noción apropiada para utilizar en un análisis político. Voy a presumir entonces que el término imperialismo es un sistema del gobierno político en el sentido de que el poder imperialista consigue lo que quiere de los gobiernos las cuales protege o apoya.
Mi pregunta fundamental es: ¿Tienen los Estados Unidos en este sentido un papel dominante? Indudablemente, en cuanto a las fuerzas armadas sobresalen pero queda ya menos clara la respuesta a la pregunta si el poder militar está a favor del gobierno imperialista. Lo considero interesante porque la proyección de este tipo del poder a nivel de las alianzas regionales es muy problemático. No es tan difícil fijarse en el que a veces los Estados Unidos parecen muy débiles e incapaces de alcanzar el apoyo para sus decisiones políticas. La debilidad mencionada se demostró en su plena claridad en las dos ocasiones las cuales ocurrieron poco antes de la guerra en Irak cuando el gobierno de Corea del Norte y posteriormente el gobierno turco rechazaron abrir sus espacios estatales y ofrecer así sus territorios para la invasión en Irak. En ambos casos se trataba de los gobiernos nuevos creados a base de la democracia la cual los Estados Unidos plenamente aceptan y el gobierno norteamericano no pudo someterlos a su voluntad.

A mi juicio, el imperio exige una demarcación extensa si debe describir cualquiera cosa que existe o definir lo que es posible. Voy a utilizar la idea de la hegemonía para reflejar mejor lo que me gustaría subrayar. Cuando designamos algo como hegemónico, se supone que queremos expresar algo imperialista pero en realidad el significado de la palabra es diferente. Para mí significa una forma del gobierno más libre, menos autoritaria que el imperio y sobre todo con la mayor dependencia de los acuerdos con los demás. Creo que sería útil concentrarse ahora más a la teoría de Antonio Gramsci quien dijo en el contexto de la hegemonía: La hegemonía supone que uno toma en cuenta los intereses de los grupos sobre las cuales se efectuará el control en el sentido hegemónico y al mismo tiempo presume cierto balance. Es decir, los grupos tendrán que sacrificar algunos de ellos de la manera corporativa. Entonces hegemonía se basa de parte en la fuerza pero aún más en las ideas. Si el grupo dominante depende sólo de la fuerza, pronto se encontrará en la crisis. Si el grupo quiere evitar dicha crisis, tiene que ser preparado para manifestar el compromiso.
Entonces, ¿está cerca el estado hegemónico del grupo que mantiene todo el control? No dispongo de ninguna teoría completa sólo tengo el comienzo del argumento. Tampoco tengo interés en indicar que el gobierno norteamericano acepta la necesidad de tener las víctimas del carácter corporativo aunque las producen por ejemplo en el caso de Turquía. Pienso que hay que dejar claro que el unilateralismo del gobierno previo de George Bush fue un reto para la hegemonía sin ningún tipo del compromiso. Su actuación en la escena internacional mostraba que los Estados Unidos tienen un papel imperialista en el mundo. Pero el unilateralismo no es una forma del gobierno norteamericano natural. A partir de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos han jugado un papel principal en la creación de las organizaciones internacionales y en las negociaciones con las alianzas en general. Creo que el deseo estadounidense de actuar soledosamente es bastante nuevo. Tal vez este hecho tiene algo que ver con lo que sucedió el 11 de septiembre de 2001 y con el temor de los posibles ataques terroristas. Es imprescindible tomar en cuenta que el unilateralismo estadounidense podemos colocar en la época antes del 11 de septiembre. Es decir, es un resultado de la arrogancia y al mismo tiempo refleja la actitud del gobierno norteamericano. Desde mi perspectiva en el mundo de hoy, el poder imperialista es inútil y también una prueba muy peligrosa.
Lo es por las tres razones: en primer lugar, los estadounidenses no soportarían el imperialismo porque no están simplemente preparados financiar los gastos que produce un imperio porque obstaculiza a los ciudadanos americanos quienes no quieren pagarlos. El fracaso de los estadounidenses al mantener el orden en Afganistán, los acuerdos las cuales hizo Pentagon con el gobierno local militar y el rechazo del gobierno norteamericano de invertir en construir el estado fuera de Kabul, todo esto no está destinado a la estabilidad del poder imperial sino a la debilidad de la hegemonía. Estoy de acuerdo con aquellos que dicen que en el caso de Afganistán se trataba de una hegemonía débil sin la responsabilidad. En segundo lugar, el compromiso estadounidense con la democracia en general contradice a la teoría gobierno imperialista aunque no hay que perder de vista que el compromiso mencionado es muy hipócrita debido a la larga promoción de los regímenes no democráticos durante años como son por ejemplo Corea del Sur o Turquía. Estos dos estados representan un buen ejemplo de cómo los estadounidenses a veces tienden a crear las condiciones para la transformación democrática lo que es en realidad pura excusa para sus acciones.
Otro hecho muy interesante por parte de la administración estadounidense es aquel de no aceptar los regímenes elegidos democráticamente en Guatemala o en Chile durante la guerra fría. Es indudable que los semejantes hechos significan para el poder norteamericano una cierta crisis de la legitimidad lo que es otro elemento del gobierno hegemónico pero no del gobierno imperialista. En tercer lugar, la mayoría de los gobiernos del mundo son capaces de oponerse a la política del poder hegemónico y luego tal estado hegemónico por ser listo tiene que buscar los compromisos con los demás. Creo que hoy día cada proyecto imperialista formaría una oposición muy fuerte. Dicha oposición sería tan legítima que el imperialismo estaría destinado al fracaso. Cuando Rudyard Kipling tituló al imperio como “una pesadilla del hombre blanco”se refería a la realidad sencilla que el poder conlleva la responsabilidad. Resulta que el gobierno norteamericano no puede gobernar el mundo solo. Después de la Guerra en Irak y su triunfo dudoso, los Estados Unidos necesitan el apoyo para poder controlar las relaciones internacionales. De hecho, tratan de buscar la ayuda pero sin cualquiera muestra de la consulta o el compromiso.
Generalmente, son los izquierdistas los cuales titulan el gobierno norteamericano como el gobierno imperialista. ¿Pero que tipo de la política izquierdista produce dicha consideración sobre os Estados Unidos? Existe una larga respuesta a esta pregunta aunque por ahora tengo sólo una respuesta corta. Los finales del siglo veinte, los izquierdistas en Gran Bretaña llamados “Little Englanders” estaban firmemente en contra de la política imperial británica y pidieron radicalmente la independencia de las colonias. Los Estados Unidos ya se han comprometido con la independencia y retóricamente con la democracia también. Creo que una de las cosas que puede hacer la izquierda mundial es insistir en el cumplimiento de este compromiso no sólo verbalmente sino también en la práctica. ¿Están los Estados Unidos preparados para ayudar a Irán al constituir un nuevo gobierno aunque los iraníes son capaces de decir “no” a su ayudante americano? Otra pregunta que me parece bastante fervorosa es: ¿Cuántos intereses y cuántas tendencias que están en contra de los intereses y las tendencias estadounidenses es capaz de aceptar el gobierno norteamericano a favor de la estabilidad global? V. I. Lenin dijo en una ocasión que el objetivo de la inteligencia general es convertir los políticos en los políticos no necesarios. Creo que esta idea es muy útil. La meta principal de un hegemono democrático es reducir su papel propio y lograr un consenso cada vez más grande en cuanto a la imposición del poder.
Dudo que esta tarea sea considerada por los elegidos en Washington ya que se encuentran repetitivamente bajo la presión. Hasta el objetivo mínimo de la hegemonía con el mayor nivel del consenso se puede conseguir más fácilmente a través de la política oposicionista. Diría que la oposición tiene que provenir sobre todo de la parte interior de los Estados Unidos: los liberales y los izquierdistas americanos deberían promover la auto limitación lo que luego daría sentido a aquel instrumento como es por ejemplo El tratado de Kjoto. Asimismo, la oposición habría que aceptar la mayor intensidad mutua del comercio mundial igual que la apertura de los mercados al importar los productos de los países del tercer mundo.
Todo esto incluye la definición de la hegemonía, la aceptación de las reglas universales lo que conlleva consigo las víctimas del carácter corporativo como he mencionado antes. Como afirma Gramsci “la existencia de dichas víctimas no acaban con la hegemonía, sólo la transforman de aquella manera que sea útil para la humanidad.” Todos los opositores de la hegemonía necesitan entonces los aliados desde fuera – primero los que se encuentran en un conjunto de los estados y luego aquellos que pertenecen a la sociedad civil internacional.
Partiendo de la idea del balance de Gramsci, pienso que hoy día tiene más sentido imaginar el balance mediante la colaboración entre los Estados Unidos y la Unión Europea. Estoy convencida de que el gobierno norteamericano necesita los aliados que pueden actuar tanto con los Estados Unidos como independientemente. Si se construye dicha alianza, los estados dentro de Europa tienen que estar preparados para tomar la responsabilidad por las acciones políticas que se tomarán en el mundo. A mi entender, tienen que retomar el parte del trabajo la cual efectúa el hegemono. Mientras más responsabilidad adquieren, más consensos se pueden ofrecer por parte del país hegemónico. Finalmente, el balance se removerá hacia la igualdad. En mi opinión, si en su momento dado, Europa se hubiera ocupado más por la crisis en la antigua Yugoslavia sin la presencia de los Estados Unidos, los mismos no dispondrían del potencial hegemónico tan grande.
Otro tipo de la política opositora podría formarse en la sociedad civil internacional ya que no hay que olvidar que los estados no son los actores únicos en el campo político. Me gustaría destacar el papel fundamental de las grandes multinacionales en la economía global las cuales son el epicentro del supuesto imperio sin la central. Pero estos sujetos no representan un recurso de la posible oposición aunque no creo que tendrían los problemas a luchar en contra del imperio injusto. No hay que olvidar los actores no gubernamentales las cuales protegen los valores universales y están en un desarrollo permanente aunque todavía no tienen la tarea suficientemente definida en la política global. Igualmente, Hardt y Negri niegan la habilidad opositora de estas
organizaciones mostrando el caso de Bosnia y Kosovo donde el impacto moral de las mismas se convirtió en el empuje elemental de la intervención imperialista.
Pienso que un nuevo tipo de la hegemonía se encuentra en la sociedad civil internacional y queda por confirmar el espacio que puede ofrecer a los grupos no gubernamentales que tienen el campo de acción bien especificado. Otra vez voy a mencionar Hardt y Negri quienes son más optimistas en este sentido que yo. Estoy convencida de que la pregunta principal es si la democracia social transestatal es real en cuanto al futuro del poder hegemónico.
Estoy de acuerdo con la afirmación que cuando observamos un nuevo equilibrio entre los estados que se suele ligeramente cambiar, es imprescindible comprender que no estamos organizando la huelga de las provincias imperialistas. Desde mi punto de vista, se deberá crear otra forma de la política la cual se adapta al poder real y al mismo tiempo a la debilidad del poder hegemónico tradicional. Dicha debilidad fue descrita por Martin Walker quien habla del imperio virtual. Aunque no me gusta mucho su frase, su descripción del autor veo muy útil. Habla del fenómeno el cual yo considero la manera natural de la hegemonía norteamericana. Dice que “el imperio virtual mantiene su posición importante con el cierto grado de la cortesía en relación con los demás y los aliados trata con respeto. Los antiguos enemigos de los Estados Unidos como por ejemplo Rusia después del 1989 están invitados a pasar de ser sus aliados. Los gobiernos del imperio virtual se comportan rigurosamente al proteger sus intereses pero su política está abierta a su vez a la negociación y el consenso.” Tengo que admitir que la afirmación según la cual estamos bajo el pleno control intelectual y que todo lo que tenemos que hacer es aplicar la teoría de Lenin sobre el imperialismo me parece bastante atrevida y destinada al otro fracaso político.

Hay que admitir que los Estados Unidos siguen siendo el poder más fuerte del mundo aunque existen ya muchos indicadores que demuestran la pérdida de la dicha posición. El gobierno norteamericano no alcanza controlar sobre todo los actores estratégicos como son Alemania y Japón. La base industrial americana es claramente más pequeña que la europea y aproximadamente tan grande como la de Japón. El famoso potencial militar norteamericano es siempre el más fuerte del mundo pero últimamente ha sido sobrevalorado. Creo que el uso de las bases militares está condicionado más que antes sólo por la voluntad de los aliados quienes ya no están tan dispuestos a colaborar como antes. Basándose en estos hechos, la acción militar contra los estados como Afganistán o Irán suena como un rastro de la debilidad y no de la fuerza. La debilidad conlleva la inestimabilidad y los Estados Unidos se perciben como un problema en las áreas donde se acostumbraron los demás considerarlos como una solución. El gobierno norteamericano sabe bien de su dependencia de los mercados extranjeros y teme de su propia incapacidad. Mientras el mundo se está dando cuenta de que es cada vez menos dependiente de los Estados Unidos, los Estados Unidos son más dependientes del resto del mundo. La última supremacía que los queda es la militar ya mencionada lo que es para mí característico para el régimen a punto de colapsar. La Unión Soviética fracasó del mismo modo. Las pruebas más significativas de este proceso es la política europea contemporánea y la debilidad del dólar. Pienso que los Estados Unidos se pueden considerar una superpotencia sólo cuando controlasen Japón y Alemania.
Estoy convencida de que la noción de la supremacía militar ya no tiene sentido porque según los estudios, en el futuro podemos contar con el equilibrio en la esfera militar. La idea según la cual los Estados Unidos pueden controlar diferentes partes del mundo a través de las operaciones militares ya no es verdadera. El régimen puede ser destrozado igual que lo hizo el gobierno norteamericano en Afganistán. La población del Tercer Mundo ya dispone de la conciencia política lo suficientemente avanzada para no dejarse colonizar de nuevo. Resulta que el único poder determinante es el poder económico.
En cambio los europeos, tenemos la fama de ser muy pasivos y muy ingenuos. El mayor reproche es aquel del abandono en el campo militar. Pero si presumimos que el poder militar ya no tiene el papel clave en la política, luego podemos decir que los europeos han sido listos en concentrarse más en el sector financiero.
Hay que tomar en cuenta que Irak es un suministrador del petróleo muy importante tanto para Europa como para Japón las cuales son lo suficientemente fuertes para poder financiar sus requerimientos del petróleo. Para los estadounidenses ya es un poco más complicado financiarlo debido a con su déficit. Respeto a lo antes citado existe una cuestión abierta de si luchar o no aunque en realidad se trata del saber si Irak pertenece a la zona del interés americano o europeo.
A mi juicio, Europa nunca podrá retomar la posición de los Estados Unidos pero poco a poco tendrá capacidad de incorporarse en el grupo de los grandes potencias mundiales entre las cuales se encuentran de momento Japón, China y Rusia.